miércoles, 17 de octubre de 2012

Amedeo Modigliani

Retrato de Jeanne Hébuterne con sombrero. Se presenta mucho dinamismo ya que la mayor parte de todas las líneas son curvas. La única línea verdaderamente recta es la de la pared en la que hay un quiebre de color; de colores cálidos (naranja ladrillo) y colores fríos (negro, gris).
La figura humana no es proporcionada, sino deformada (característica que se destaca en Modigliani). Puede observarse que ella está sentada o apoyada sobre una pared, por lo tanto existe una superposición de planos ya que uno puede notar que ella se encuentra delante de la pared, que por momentos se ve más oscura.
Se aprecian colores cálidos en la piel de la mujer, en la pared, y en el lado interior del sombrero; y colores fríos en el sombrero, el cabello de la mujer y su vestido, y en el otro sector de pared.
En cuanto a los valores de luz, se puede observar claramente que el sector con mayor luminosidad en el cuadro se encuentra en el rostro de la mujer, y el sector más oscuro en el sombrero. La obra no parece denotar relieve, más bien parece lavado, con pinceladas largas y rápidas, porque por lo que se puede ver el lienzo no está del todo cubierto ya que hay espacios blancos, pequeños, pero blancos al fin; por esto se puede entender que alejándose del arte académico y la perfección y de la fusión perfecta de los colores, el expresionismo es breve y más “imperfecto”. Modigliani utiliza la técnica de óleo sobre lienzo, las pinceladas son alargadas y no demasiado cargadas de material. Algo que caracteriza a este pintor es la deformación exagerada del cuerpo humano, como el cuello, las manos, la nariz, los hombros.

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