miércoles, 17 de octubre de 2012

Antonio Saura

Autorretrato. La fuerza, el desgarro y la ironía hispanos tienen en Saura su mejor representante. La libertad e innovación de su obra encuentran los orígenes en su formación autodidacta.
Desde fines de los años cuarenta comenzó a colaborar con grupos de Vanguardia nacional como Tendencias 2 y Arte Fantástico. Sin embargo el omnipresente París es quien le abre las puertas a todo un mundo de tendencias. Miró, Man Ray y Ernest Tanguy influyeron en su obra. Del Surrealismo pasó a una pintura informalista de paleta restringida. En los años ochenta comienza a introducir el color rojo con un marcado carácter simbólico. Sus figuras, de trazos tremendamente distorsionados, abrían una nueva puerta hacia la expresión abstracta.

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